Costa Rica es un país aliado de la naturaleza. Es
muy pequeño, pero está lleno de parques nacionales y marinos, de reservas
silvestres y forestales, de refugios y humedales intocables. Y alberga cerca
del 5 por ciento de la biodiversidad del planeta.
La
superficie de Costa Rica representa solo el 0,03 por ciento de toda la tierra,
y entre frontera y frontera la atraviesan 500 kilómetros. Nada más. Lo que
impresiona es que con esas cifras, que lo ponen casi siempre al final de la
lista, sea uno de los países pioneros en ecoturismo y uno de los que más áreas
protegidas tiene en el mundo. Son 64, y suman casi el 30 por ciento de su
territorio. De eso viven muy orgullosos los 'ticos'. Se les nota. Se les sale
por los poros.
Solo
en Guanacaste, en el oeste del país, una de sus provincias más extensas y
también de las más turísticas, se concentran 10 parques nacionales en los que
viven venados de cola blanca, osos perezosos, monos congos, mariposas de todos
los colores, tortugas enormes.
El
Palo Verde y el Rincón de la Vieja son dos de esos parques. El primero también
es humedal, tiene casi 20 mil hectáreas y es el sitio de anidación de aves
migratorias más importante de Centroamérica. Un buen plan ahí suele durar dos
horas, que alcanzan para recorrer en lancha el río Tempisque y ver cormoranes,
ciervos, cocodrilos, iguanas, garzas, micos. Para respirar aire puro.
Playa, mar y árboles
En
Guanacaste hay sol casi todo el año y hace calor incluso cuando llueve (la
temporada va de junio a noviembre). Y en sus casi 200 kilómetros de costas se
contabilizan más de 60 playas. Una absoluta delicia.
El
mar, en muchas de esas playas, la mayoría, es manso, tranquilo. Es ahí donde
están ubicados los grandes hoteles. De cualquier manera, en esta región
privilegiada hay espacio para los amantes del buceo o de los deportes
acuáticos, y para aquellos que solo buscan arena y océano para relajarse.
Guanacaste,
en lengua náhuatl, significa árbol de la oreja, porque sus frutos son como
orejas humanas. Por eso en la carretera, mientras uno va de un parque a otro y
ve guanacastes -son el árbol nacional de Costa Rica- a lado y lado, todo cobra
sentido.
Algo sobre la gastronomía
La
comida de Costa Rica es muy parecida a la nuestra. Las frutas son las mismas,
por ejemplo. La dieta de los 'ticos' está basada, fundamentalmente, en arroz y
fríjoles, que preparan de muchas formas y comen al desayuno, al almuerzo, a la
comida. Si le gustan los fríjoles, mejor dicho, este es el paraíso. En el
desayuno el plato se llama gallo pinto (es como uno de nuestros calentados,
pero con salsas y especias). En el almuerzo, la mezcla de arroz y fríjoles se
llama 'casado', y a ella se le agrega plátano maduro y carne, pollo o pescado.
Los tamales de cerdo también son un plato típico.
Costa
Rica, además, es olor a café y del muy bueno, y a tortillas de maíz y caña de
azúcar. Y si visita una de sus provincias costeras, como Guanacaste, es tierra
de mariscos, de buenos pescados, de ceviche.
El
trago nacional es el ron. Si es blanco, no importa la marca, popularmente se le
dice guaro.
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