Sus casas antiguas la hacen uno de los 10 lugares de
la nueva red de Pueblos Patrimonio de Colombia.
El río turbio, las casas con balcones y
las calles empedradas son una postal del pasado colonial de Honda (Tolima).
Allí, familias de pescadores, nacidas y
criadas a las orillas de los ríos Gualí y Magdalena, han sido testigos de la
transformación de este pueblo, que en el siglo XVIII fue el tercer punto más
importan te del país. Actualmente, sus pobladores recuerdan con nostalgia la
época en la que el comercio del país tenía que pasar por esta zona.
Los hondanos conocen sus tesoros: la
calle de Las Trampas, por la que pasó el Libertador Simón Bolívar, y la del
Sello Real, en la que se cobraban los primeros impuestos del país; sus puentes
centenarios y las casas en las que nacieron personajes ilustres como el dos
veces presidente Alfonso López Pumarejo y Alejo Sabaraín.
Después de recorrer estos rincones
coloniales, de revivir por instantes una parte del pasado de Colombia, los
turistas se pueden sentar en alguna de las sillas del puente de los Enamorados
a comer helado y a disfrutar de la brisa del río Magdalena, como lo hacen
los habitantes de la Ciudad de los Puentes.
Hombres de ciencia y abolengo pisaron las
calles empedradas de Honda para hacer historia en los siglos XVIII y XIX; esa
fue la época de gloria de este pueblo, que todavía conserva caminos de
herradura enmarcados en callejones de casas coloniales al estilo español.
Su pasado comienza a desempolvarse con
una caminata por la calle de Las Trampas, legendaria no solo por su forma de
zigzag sino porque fue un paso obligado para el ejército de Bolívar y también
el camino atravesado por las mulas que cargaban hasta Bogotá la comida que
llegaba de los barcos de vapor provenientes de Barranquilla, Cartagena y Santa
Marta.
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